Exposición de sus genitales a mujeres desconocidas con el fin de obtener placer sexual.
Parafilias sexuales
Exhibicionismo: Es una de las parafilias más frecuentes y constituye un delito. El trastorno es básicamente masculino, y quien lo sufre padece además un deterioro significativo en su vida.
El exhibicionismo es la exposición de los propios genitales en público ante personas desconocidas, a veces, el exhibicionista se masturba durante la exposición, o posteriormente cuando lo recuerda o imagina.
No suelen ser individuos peligrosos, ni intentan abusar de sus víctimas, al contrario la mayoría reaccionan de forma insegura y se dan a la fuga si su oferta es correspondida. Su deseo radica en sorprender a la víctima, provocando en ella reacciones de miedo, asco o curiosidad, lo que le da al exhibicionista una sensación de dominio. La reacción que más detestan es la de burla o indiferencia.
Suelen ser individuos tímidos y que no les es fácil relacionarse con mujeres. En algunos exhibicionistas el deseo ocurre cuando tienen crisis emocionales. Suelen mostrar una inteligencia normal y un nivel sociocultural también normal.
El inicio del trastorno suele ser antes de los 18 años, aunque no siempre es así, ya que puede comenzar más tarde.
En general, los exhibicionistas que son detenidos tienen menos de 40 años.
La mayoría de ellos son condenados solamente una vez, seguramente porque el proceso judicial parece tener efectos disuasorios para ellos.
A continuación exponemos el caso clínico de un hombre que solicitó tratamiento psicológico tras ser condenado por un delito de exhibicionismo a una pena de un año de cárcel.
Luis C. es un varón de 22 años, soltero y sin novia. Trabaja de reponedor en unos grandes almacenes.
Solicita tratamiento psicológico para eliminar el deseo y la necesidad recurrente de realizar conductas sexuales exhibicionistas junto a prácticas masturbatorias ante mujeres adolescentes desconocidas.
Dice no haber tenido nunca novia porque siente inseguridad ante las mujeres y mucho miedo al rechazo.
La primera vez que realizó una exhibición fue con 18 años y recuerda que se encontraba sometido a mucho estrés por los exámenes del instituto y su incapacidad de relacionarse satisfactoriamente con las chicas de su edad. La experiencia bajó sus niveles de ansiedad, y desde entonces utiliza la exhibición como medida de afrontamiento contra el estrés.
Utilizamos la modalidad de tratamiento de terapia cognitivo conductual y entrenamiento en habilidades sociales combinadas con farmacoterapia.
El tratamiento fue un éxito y Luis ahora tiene 35 años, está casado, tiene dos hijos y lleva una vida plena y absolutamente normal.