Superar ataques de pánico.

La respiración es una excelente técnica para superar la ansiedad.

Ansiedad

Uno de los trastornos que más habitualmente tratan en los servicios de urgencia de nuestro país es el ataque de pánico.

Los ataques de pánico son de aparición repentina y con síntomas graves de estrés (palpitaciones, ahogo, elevación de la frecuencia cardíaca, sudores, temblores, sensación de atragantarse, miedo a morir...). Estos ataques suelen estar relacionados con ansiedad generalizada o con fobias, pero a veces se presentan de manera independiente.

Los pacientes, creen que van a padecer un infarto, o que van a volverse locos o morir.

Generalmente los ataques duran 15 o 20 minutos, aunque la frecuencia es variable.

La intensidad máxima se suele alcanzar en los primeros 10 minutos.

Uno de los problemas del ataque de pánico está en la forma de respirar. Cuando nos ponemos nerviosos nuestras respiraciones son más rápidas y cortas, de esta manera hacemos una hiperventilación involuntaria. Uno de los problemas que no solemos tener en cuenta es durante la expiración, inspiramos muy rapidamente pero expiramos poco, con el resultado de que el oxígeno que llega a nuestros pulmones es cada vez más menor. Hacemos las respiraciones mas rápidas y cortas y la sensación de ahogo aumenta y con él nuestro nerviosismo. Para evitar esta falta de aire debemos expulsar todo el aire de los pulmones para que al inspirar nos entre mayor cantidad de oxígeno y se debe hacer lo más despacio posible y evitar interpretaciones catastróficas  de estas sensaciones.

Uno de los abordajes terapéuticos para el ataque de pánico son las técnicas de entrenamiento respiratorio que mostramos a continuación:

“Entrenamiento en respiraciones lentas y profundas:

Cuando una persona percibe los primeros signos de hiperventilación involuntaria, deben darse los siguientes pasos:

- Interrumpir lo que uno está haciendo y sentarse o, al menos, concentrarse en los siguientes pasos. ( Si se está en compañía de alguien, puede uno excusar su ausencia durante unos minutos y acudir a un lugar aislado, como, por ejemplo, el cuarto de baño.)

- Retener la respiración, sin hacer inhalaciones profundas, y contar hasta diez.

- Al llegar a diez, espirar y decirse a sí mismo de una forma suave la palabra “tranquilo”.

- Inspirar y espirar en ciclos de seis segundos ( tres para la inspiración y tres para la espiración), diciéndose a sí mismo la palabra “tranquilo” cada vez que espira. Habrá, por tanto, diez ciclos de respiración por minuto.

- Al final de cada minuto ( después de diez ciclos de respiración), retener de nuevo la respiración durante diez segundos. A continuación, reanudar los ciclos de respiración de seis segundos.

- Continuar respirando de este modo hasta que hayan desaparecido todos los síntomas de la hiperventilación involuntaria.”

Respecto a los tratamientos farmacológicos los que se han mostrado más eficaces son los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (fluoxetina, fluvoxamina, paroxetina y sertralina) y las benzodiacepinas (alprazolam)

 

*Tabla 7.5 pag 171. Terapia psicológica. Casos prácticos. 2ª edición. Editorial psicología pirámide.

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