Si puedes contemplar el amanecer y el atardecer junto a las personas que amas, conocerás el sabor agradable de la vida.
Cuentos de vida
El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar mi vieja granja,acababa de finalizar su primer día de duro trabajo. Su cortadora eléctricase había averiado, y le había hecho perder una hora de su trabajo, y ahorasu antiguo camión se negaba a arrancar.
Mientras lo llevaba a su casa, permaneció en silencio.
Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia.
Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a unpequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos.
Al entrar en su casa, ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceadacara sonreía plenamente. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso asu esposa. Posteriormente me acompañó hasta el coche.
Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad, y le pregunté acerca de lovisto cuando entramos.
- "Ese es mi árbol de los problemas", contestó.
- "Sé que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero hay algoque es seguro: los problemas no pertenecen ni a mi casa, ni a mi esposa, nia mis hijos. Así que, simplemente, los cuelgo en el árbol cada noche cuandollego. Después, por la mañana los recojo otra vez. Lo más divertido esque... cuando salgo a la mañana a recogerlos, ni remotamente encuentrotantos como los que recordaba haber dejado la noche anterior."
Jorge Bucay