Aquella mañana la muerte se dirigía a la ciudad a hacer su trabajo.
Cuentos de vida
La muerte se dirigía aquella mañana hacia una ciudad cuando un hombre le preguntó:
-¿Qué vas a hacer?
- Voy a llevarme a cien personas- respondió con su voz grave y pausada.
- Eso es horrible- dijo el hombre.
- Así tiene que ser- espetó la muerte-. Eso es lo que hago yo.
El hombre corrió para avisar a todos de los planes de la Parca.
El día pasó y llegó la noche. El mismo hombre se encontró de nuevo a la muerte:
- !Me dijiste que ibas a llevarte a cien personas! ¿Por qué han sido mil?
La muerte, sosegada como siempre, respondió:
- Yo he cumplido mi palabra. Sólo me he llevado a cien. El miedo se llevó a los demás.