Reasignación del sexo tras una extirpación del pene.

En este artículo vamos a ver uno de los casos más famosos publicados sobre el desarrollo sexual es el de un gemelo idéntico varón cuyo pene fue accidentalmente destruido durante una circuncisión.

Disfunciones sexuales


Uno de los casos más famosos publicados sobre el desarrollo sexual es el de un gemelo idéntico varón cuyo pene fue accidentalmente destruido durante una circuncisión a la edad de 7 meses. Al no existir ninguna manera satisfactoria de reemplazar el pene perdido, John Money un experto en la materia muy respetado recomendó la castración del niño, que se le creara una vagina artificial, que el niño fuese criado como una niña y que se le administraran estrógenos al llegar a la pubertad para afeminizar su cuerpo. Tras muchas angustias y consideraciones, los padres siguieron el consejo de ) Money. El informe de Money (1975) sobre este caso de ablación del pene ha sido muy influyente. Ha sido visto por algunos como la prueba definitiva de la controversia de la naturaleza frente a la crianza con relación al desarrollo de la identidad y el comportamiento sexual. Parecía oponer los efectos masculinizantes de los genes masculinos y de las hormonas masculinas a los efectos de ser criados como hembras. La disponibilidad de un sujeto de control genéticamente idéntico, el hermano gemelo, aumento el interés del caso. Según Money, el desenlace de este caso cae claramente del lado de la teoría del aprendizaje social de la identidad sexual. Money informó en 1975, cuando el paciente tenía doce años, que “ella” se había desarrollado como una hembra normal, con lo cual se confirmaba su predicción, de que ser gonadectomizado, sufrir la alteración quirúrgica de sus genitales y ser criado como una niña, podría anular los efectos masculinizantes de los genes masculinos y de los primeros andrógenos liberados. Debido al interés del caso, la descripción de Money, en muchos libros de texto y en muchos reportajes de televisión, revistas y periódicos, siempre con el mensaje de que la identidad sexual y el comportamiento sexual de los hombres y de las mujeres es en gran parte una cuestión de la educación recibida.


Sin embargo, un seguimiento a largo plazo publicado por varios expertos independientes de los que habían prescrito el tratamiento, cuentan una historia totalmente diferente (Diamond y Sigmundson, 1997).


A pesar de tener genitales femeninos y de ser tratada como una hembra, John/Joan, se desarrollo siguiendo una linea masculina. Aparentemente, el órgano que determina el curso del desarrollo psicológico es el cerebro y no los genitales (Reiner, 1977), Los siguientes fragmentos del informe de Diamond y Sigmundson ofrecen una idea de la vida de John/Joan:


Desde una edad muy precoz Joan tenía tendencia a comportarse de manera masculina. Prefería las actividades de los chicos y los juegos y mostraba poco interés por las muñecas, la costura y otras actividades convencionales femeninas. A la edad de 4 años observaba a su padre afeitarse y a su madre ponerse carmín en los labios y empezó a ponerse crema de afeitar en la cara. Cuando se le dijo que se pusiera maquillaje como su madre, ella dijo: “No quiero maquillarme, quiero afeitarme” .


“Las cosas ocurrieron muy pronto. De niña empecé a sentirme diferente respecto de muchas más cosas de las que debería. Sospeche que era un chico desde el segundo curso”.


A pesar de la ausencia de pene, Joan a menudo intentaba orinar de pie y a veces iba al servicio de los chicos Joan era atractiva como una chica, pero en cuanto se movía o hablaba, su masculinidad resultaba evidente. Las otras niñas la gastaban bromas sin parar y ella reaccionaba a menudo con violencia, lo que dió como resultado su expulsión del colegio.


Joan fue puesta en tratamiento con estrógenos a la edad de 12 años, pero se rebeló. No quería feminizarse, odiaba sus pechos incipientes y se negaba a usar el sujetador.


A la edad de años Joan decidió vivir como un varón y decidió convertirse en John, en ese momento el padre de John le reveló entre lágrimas su historia entera. “De repente todo encajó. Por primera vez comprendí quién y qué era”.


John solicitó un tratamiento de andrógenos, una mastectomía (extirpación quirúrgica de los senos) y una faloplastia (creación quirúrgica de un pene). Se convirtió en un joven atractivo y popular, se casó a la edad de 25 años y adoptó a los hijos de su mujer. Es estrictamente heterosexual, la capacidad de John para eyacular y experimentar orgasmos volvió tras el tratamiento con andrógenos. Sin embargo, su castración precoz eliminó permanentemente su capacidad reproductora.


John vive una vida feliz y productiva pero le queda un poso de amargura por el tratamiento sufrido y su incapacidad para producir descendencia. Quiere que su historia se conozca para salvar a otros de su experiencia. Como las vaginas son más fáciles de crear por cirugía que los penes, muchos texto médicos abogan por la creación de niñas a partir de niños nacidos con un pene inadecuado.


Referencia bibliográfica: Sacado del libro Biopsicología de John P.J. Pinel, Editorial Prentice Hall,

4ª Edición. www.pearsoneducacion.com

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