El síndrome de Juana de Arco lo padecen las personas que sienten un impulso irrefrenable de ayudar a los demás, olvidándose de satisfacer sus propias necesidades.
Habilidades sociales
El síndrome de Juana de Arco lo padecen las personas que sienten un impulso irrefrenable de ayudar a los demás, es un sentimiento de generosidad sin límites.
El problema de las personas que padecen este síndrome es que en su sacrificio por los demás se olvidan de satisfacer sus propias necesidades. No viven su vida sino que viven por y para los demás.
En su anhelo de "salvar a la humanidad" poco a poco se van dando cuenta de que su tarea es imposible y esto hace que se vayan quemando, enfadando y en el peor de los casos padeciendo síntomas de ansiedad, depresión y un gran resentimiento con su entorno y con ellas mismas.Tienden a "quemarse" como en su día hicieron con Juana de Arco en la hoguera.
El altruismo está muy bien en su justa medida, lo mismo le ocurre al egoismo. Tan malo es que abusemos como que nos quedemos cortos. En el equilibrio está la solución. Es bueno hacer el bien a los demás pero si antes nos hemos preocupado de hacer el bien a la persona más importante, TÚ.
Y cómo sabemos si padecemos el síndrome de Juana de Arco. Cuando te comportas de la manera que expongo a continuación:
- Cuando cedes sin querer haber cedido, por no discutir, por no disgustar.
- Cuando vives una vida que no te gusta y finges una felicidad que no es cierta.
- Cuando respetas a los demás pero te faltas al respeto a ti mismo.
- Cuando un día te das cuenta de que no tienes vida propia, de que llevas una vida de rutina, hastío, aburrimiento y frustración.
- Cuando eres consciente de que tu comportamiento ya no le hace bien a nadie, supone una carga demasiado pesada para ti y para los que te rodean.
- Cuando te sientes como Juana de Arco sola, en tu hoguera, ardiendo hasta el final.