Ya sabemos que el mundo no es justo, pero eso no nos da derecho a mirar a otro lado o a añadir más injusticia
Habilidades sociales
No tolero la deslealtad, ni la tolero, ni la perdono. Así como no tolero la mediocridad que impasible se pone del lado del desleal. Porque desleales hay pocos, pero mediocres hay demasiados. Y son los que dan fuerza, porque aceptan las injusticias y las apoyan. ¿Qué les diferencia del injusto? Que, al menos, el injusto tiene personalidad y sabe lo que hace. Pero lo que hace no podría hacerlo si una mayoría mediocre no le apoyase.
Yo me posiciono del lado de la justicia, del débil y no quiero en mi vida ni mediocres, ni desleales por mucho poder que tengan. Yo me debo a mi misma y a mis principios.
No diré que es fácil ser así, porque no lo es. Y los que son como yo, lo saben. No voy a vender motos, es duro. Pero cuando alguien quiere cambiar las cosas tiene que saber que a lo que se enfrenta no es fácil. Tampoco podemos crearnos grandes expectativas porque siempre habrá injusticias y tendremos que convivir con ellas.
Puedes quedarte impasible, mediocre, mirando para otro lado. Tu vida será más sencilla, aunque con ello contribuyas a que el mundo sea más injusto y más complicado. Y, por supuesto, no creas que vas a salir indemne. Cuando uno le vende su alma al diablo antes o después lo termina pagando caro.
Autora: Rosa María Miguel García