Síndrome de Korsakoff
El síndrome de Korsakoff es una afección producida por una deficiencia de vitamina B1 que produce daños cerebrales.
Vamos a hablar de Jimmie G. para entender un poco mejor este síndrome:
"En 1975 Jimmie G. era un hombre bien parecido, con un mechón rizado de pelo cano; un hombre atractivo y sano de cuarenta y nueve años de edad. Era alegre, amigable y cálido.
<< Buenas, doctor>>, dijo. <<¡Qué buena mañana!¿Me siento aquí?>>... Habló de las casas donde había vivido su familia. ...Habló del colegio y de los amigos que tenía y su especial inclinación hacia las matemáticas y las ciencias... Tenía diecisiete años; se acababa de graduar en el instituto cuando fue reclutado en 1943... Se acordaba de los nombres de los distintos submarinos en los que había servido, sus misiones, dónde tenía su base, los nombres de sus compañeros... Pero por algún motivo sus recuerdos se pararon...
... Me llamó mucho la atención el cambio de tiempos verbales en su relato a medida que pasaba de sus días de colegio a sus días en la marina. Había estado empleando el pasado, pero ahora empleaba el presente...
Una sospecha repentina e improvable me asaltó.
<<¿En qué año estamos Sr. G.?>>, le pregunté al tiempo que escondía mi perpejidad bajo una actitud desenfadada.
<<Cuarenta y cinco, tío. ¿Qué quiere decir?>> Prosiguió: <<Hemos ganado la guerra; FDR (Franklin Delano Roosevelt) está muerto; Truman está al timón. Son grandes tiempos los que se avecinan>>.
<<Y usted Jimmie, ¿qué edad tiene?>>...
<<Pues, me imagino que tengo diecinueve, doctor. Cumpliré veinte en mi próximo cumpleaños>>.
Al mirar al hombre de pelo cano delante de mí, tuve un impulso por el que nunca me he perdonado...
<<Tenga>>, le dije y le lancé un espejo. <<mírese en el espejo y dígame lo que ve...>>
De repente se puso pálido y se agarró a los lados de la silla. <<Jesús>> susurró. <<Jesús, ¿qué está pasando? ¿Qué me ha ocurrido? ¿Es una pesadilla? ¿Estoy loco? ¿Es esto una broma?>> Y se puso frenético, aterrado.
... Me retiré y me llevé conmigo el odioso espejo.
Dos minutos más tarde, volví a entrar en la habitación...
<<¡Hola, doctor!>> dijo. <<¡Qué buena mañana! ¿Quiere hablar conmigo? ¿Me siento aquí?>> No había ninguna señal de recuerdo en su cara franca y abierta.
<<¿No nos conocemos ya, Sr.G?>>, le pregunté informalmente.
<<No, no puedo decir que sea así. Menuda barba tiene. No le hubiese olvidado Doctor!>>
...-<<¿Donde cree que está?>>
<<Veo estas camas y a estos pacientes por todas partes. Parece una especie de hospital. Pero que demonios haría yo en un hospital, y con esta gente tan mayor, mucho mayor que yo... A lo mejor trabajo aquí...Si no trabajo aquí, me han metido aquí.¿Soy un paciente , estoy enfermo y no lo sé, doctor? Es de locos, es de locos...>>
En las pruebas de inteligencia mostró unas excelentes habilidades. Era rápido de pensamiento, observador y lógico, y no tenía dificultades para resolver problemas y rompecabezas complejos, ninguna dificultad siempre que se pudiesen resolver de manera rápida. En el momento en que necesitaran mucho tiempo olvidaba lo que estaba haciendo...
Rebuscando en su memoria encontré una enorme y extraordinaria pérdida de memoria reciente, de modo que cualquier cosa que se le dijese o mostrase era olvidada en unos pocos segundos. De manera que puse el reloj, la corbata y las gafas sobre la mesa, cubrí estos objetos y le pedí que los recordara. Tras unos minutos de charla, le pregunté qué era lo que había escondido. No recordaba ninguno de los objetos, ni siquiera que yo le hubiese pedido que los recordase. Repetí la prueba, y esta vez le pedí que escribiese los nombres de los tres objetos. Volvió a olvidarlo todo, y cuando le enseñé el papel donde había escrito el nombre de los objetos se sorprendió enormemente...
<<¿Qué es esto?>>, le pregunté mientras le mostraba una foto de una revista.
<<Es la luna>>, contestó.
<<No, no lo es>>, le contesté yo. <<Es una foto de la tierra tomada desde la luna>>.
<<Doctor, está de broma! Alguien tendría que haber subido una cámara de fotos ahí arriba!... ¿Cómo demonios lo haría?>>...
Se empezaba a cansar y a ponerse irritable y ansioso bajo la presión continua de la anomalía y la contradicción y sus temibles consecuencias... Y yo mismo estaba emocionado; aquello le rompía a uno el corazón... pensar en su vida perdida en el limbo, disolviéndose.
Está, por decirlo así, aislado en un momento único de su ser, y olvida todo lo que le rodea. Es un hombre sin pasado (ni futuro), atascado en un momento en continuo cambio y sin sentido."*
Este síndrome lleva su nombre por el neuropsiquiatra ruso Sergey Korsakoff, que fue el primero en describir el trastorno. Korsakoff analizó los efectos del consumo de vodka en alcohólicos crónicos. Este trastorno está ocasionado por una deficiencia nutricional o por un abuso excesivo de alcohol. Estas dos causas desembocan en la falta de vitamina B1 o tiamina. Los síntomas se caracterizan por una grave pérdida de memoria anterógrada (dificultad de adquirir nuevos aprendizajes), recordar palabras, hechos y caras nuevas. Sorprende, sin embargo, que no hay un deterioro de otras funciones cognitivas. A nivel afectivo el paciente suele estar apático y/o desmotivado. No son conscientes de su enfermedad y pueden ser tendentes a la confabulación.
Aunque el síndrome es muy habitual en alcohólicos, debido principalmente a su carencia de vitamina B1, también puede ocurrir debido a otros trastornos o carencias que dificulten la correcta absorción de tiamina en el organismo. Ejemplos de ello son la bulimia, SIDA, mala absorcción intestinal, diálisis prolongada, tirotoxicosis, desnutrición, etc.
En el tratamiento para alcohólicos es muy importante dejar de consumir bebidas alcohólicas y la administración de tiamina. El consumo de alcohol dificulta la reabsorción de vitamina B1 por parte del organismo, de ahí que sea tan importante la desintoxicación. Además la mayoría de los alcohólicos se alimentan casi exclusivamente de alcohol, este aporte calórico está carente de vitaminas. Para pacientes no alcohólicos también es necesaria la administración de dosis masivas de tiamina que puede llevar a una leve mejoría del paciente.
Sin embargo cuando la lesión ya se ha producido es permanente.
En algunos países se ha pensado enriquecer las bebidas alcohólicas con tiamina aunque también tenemos que tener en cuenta que con el alcohol no se metaboliza bien la absorción de tiamina.
*John P. J. Pinel (2004). Biopsicología. Madrid: Pearson Prentice Hall. ISBN 0-205-28992-4.
Autora texto: Rosa María Miguel
Imagen: Javier Miguel