Cómo evitar que los jóvenes consuman drogas. Prevención de drogo-dependencias.
La prevención de drogodependencias es el conjunto de actividades susceptibles de conseguir en los jóvenes un rechazo sistemático de las drogas.
Entendemos por prevención anticiparse a la situación antes de que aparezca el problema.
En concreto, prevención de drogodependencias es el conjunto de actividades susceptibles de conseguir en los adolescentes un rechazo sistemático de las drogas, que impidiera su inicio en el consumo.
Por las características de la adolescencia, es decir, mayor sensibilidad, es un momento crítico en el que se propicia el consumo por la falta de autoestima, la crisis de identidad,…
Por todo esto, debe darse mayor importancia a la prevención.
Lemas como “a más información, menos riesgos”, o “saber más, para decidir mejor”.
Contenidos que pretende facilitar, partiendo de estas premisas son:
* Conocimiento de drogas como sustancias que dentro del organismo provocan tolerancia o dependencia. Alteraciones físicas, psicológicas y sociales consecuencia de su abuso.
* Conocimiento de todo tipo de drogas, tanto legales como ilegales. Destacando las que se consumen en mayor medida en función de las edades, tabaco, cannabis y alcohol.
* Contenidos sobre cómo el código penal sanciona el consumo público.
* Situaciones de riesgo (mezcla de drogas, éxtasis más alcohol).
* Cómo actuar ante situaciones conflictivas (aprender a decir NO).
Según se cita en el documento sobre Educación para la Salud de las Cajas Rojas, existen tres tipos de estrategias en la educación para evitar las drogodependencias:
** Dar propuestas alternativas a las drogas: como actividades comunitarias destinadas a ofrecer alternativas gratificantes como deporte, música, actividades intelectuales y recreativas... Son actividades de prevención inespecífica ya que no inciden directamente en el problema, sino que parten de un modelo teórico que considera que el acercamiento a las drogas se produce por falta de otras ofertas.
** Programas basados en la promoción de la afectividad: el grupo de riesgo está formado por jóvenes con carencias afectivas y esto conlleva un bajo nivel de autoestima y mayor propensión a las dependencias. Así se tratará de promover la autoestima a través de un reforzamiento continuo de actuaciones positivas.
** Programas para desarrollar capacidades para resistir presiones sociales: Consideran la presión de grupo como la fundamental en producir la dependencia. Pretenden analizar con los jóvenes los mecanismos que actúan en publicidad y desarrollar habilidades para resistir las presiones, especialmente las que provienen de los iguales.
En definitiva, se entiende el enfoque de prevención como prioritario. Cuya prioridad se sitúa en tres componentes: el individuo, la sustancia y el contexto. Nowlis considera que las interacciones que se producen en el sistema del uso de drogas individuo, sustancia, contexto no pueden ser enmarcados en un solo ámbito. Denomina “viveros” de crecimiento a la familia, la escuela, el grupo de amigos y la colectividad.
Las características de la escuela hacen que esta ocupe un lugar privilegiado para actuar y reflexionar en torno a la Educación para la salud, en general y la educación sobre drogas en particular.
Entre estas características podríamos señalar:
- La edad escolar es rica en cambios, por lo tanto, en riesgos. Dada la plasticidad de la edad adolescente fundamentalmente debemos incidir con mayor insistencia.
- La escuela contribuye no sólo a la adquisición de conocimientos, sino también a la formación de la personalidad y de las actitudes. Enseñar a ser.
- Dentro del ámbito escolar, el profesorado es quién tiene un mejor conocimiento de las personas, de la acción preventiva, pues es él quien mantiene un contacto más cercano y cotidiano con ellos.
- La escuela puede convertirse en un lugar de encuentro y obtener la colaboración de otros ámbitos: familia, asociaciones, recursos sociales, etc.
- Así, desde el aula se trabajan aspectos metodológicos, actividades de resolución de conflictos, de presión de grupos, información…
El contexto familiar ocupa un lugar idóneo desde el punto de vista de la educación para la salud y la prevención del uso problemático de drogas en particular. En la familia se crean los procesos más importantes de socialización del ser humano, se construyen los pilares que formarán la estructura personal adulta y que incidirán en la búsqueda de aprendizajes y respuestas (saludables o no) a la largo de la vida. “La familia es la primera realidad que el recién nacido conoce y desde el principio de su relación, la familia comienza a inculcar valores, creencias, actitudes y hábitos de comportamientos en el individuo” (González, 1989).
Por último, el ámbito social, referido al municipio, barrio en el que se “mueve el jóven”. Las asociaciones, los recursos sanitarios, sociales, los movimientos juveniles, etc., también son factores de prevención. Son las vías de entrada y las cajas de resonancia capaces de producir efector multiplicadores en la comunidad (Martín, 1987). Se llevan a cabo talleres, deportes como alternativa a las drogas, “la noche joven”.
En definitiva, se busca la integración y cooperación entre todos los recursos de una comunidad.
Acciones:
- Las Acciones que pueden llevarse a cabo: de difusión de elementos como conceptos, direcciones de interés, materiales y de promoción de actividades en el centro como celebrar efemérides, organizar actividades intercentros, impulsar campañas de solidaridad...
- En el desarrollo de la labor de Orientación Personal será necesario ayudar a los alumnos a conocer y clarificar sus valores, sean capaces de resolver sus problemas y los dilemas que se les planteen en la vida.
- En la Evaluación del clima escolar, proporcionando desde el centro sugerencias y criterios del tipo: ¿Se plantean y discuten los conflictos entre los alumnos y entre los alumnos y los profesores? ¿Cómo se resuelven los desacuerdos?
Para finalizar con su desarrollo en la práctica del aula.
La gran importancia de estos temas contrasta con su escasa tradición en el sistema educativo, tanto en normativa como en el quehacer diario de los centros, lo que dificulta su presencia efectiva en las aulas. Por ello es necesario un esfuerzo de todos para garantizar que la formación que recibe el alumnado de las diferentes etapas y niveles incluya enseñanzas relacionadas con estos temas.
Bibliografía:
Programa de prevención de drogas. Isabel Fernández.
“Prevención de la violencia y resolución de conflictos” 2001 Madrid.Ed. Narcea