El verdadero amor
Un hombre entrado en años llegó esa mañana al consultorio médico. Necesitaba curarse de una herida en la mano y tenía mucha prisa porque quería desayunar con su mujer.
Un hombre entrado en años llegó esa mañana al consultorio médico. Necesitaba curarse de una herida en la mano y tenía mucha prisa porque quería desayunar con su mujer.
Un hombre entrado en años llegó esa mañana al consultorio médico. Necesitaba curarse de una herida en la mano y tenía mucha prisa. Mientras el facultativo lo asistía le preguntó cuáles eran las razones de su urgencia.
Contestó que tenía que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer. Ella padecía alzheimer y llevaba algún tiempo internada. Cuando acabó de vendar la herida, el galeno le preguntó si su esposa podría alarmarse en caso de que él llegara tarde.
–No, ella ya no sabe quién soy. Hace un año que no me reconoce, respondió el paciente.
Extrañado, el doctor agregó:
–Si no sabe quién es usted, ¿por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas, con tanta puntualidad?
El herido sonrió y, dándole unas palmaditas en la mano al joven doctor le dijo:
–Ella ya no sabe quién soy, pero yo sé muy bien quién es ella. La conocí en su plenitud y era una mujer extraordinaria. Siempre disfrutó mientras le leía cuentos y poesías en el desayuno.
Cuando el hombre se retiraba del consultorio, el médico, con lágrimas en los ojos, se dijo para sí mismo:
–Ésa es la clase de vínculo que anhelo alcanzar en mi vida. El verdadero amor no se reduce ni a lo físico ni a lo romántico. Es la aceptación de todo lo que el otro es, de lo que ha sido, de lo que será y de lo que ya no es...
Extraído del libro
Cuentos para regalar a personas soñadoras.
Enrique Mariscal (Grijalbo)
Caminaba distraídamente por el camino y de pronto lo vio. Allí estaba el imponente espejo de mano, al costado del sendero, Como esperándolo. Se acercó, lo alzó y se miró en él.
Caminaba distraídamente por el camino y de pronto lo vio.
Allí estaba el imponente espejo de mano, al costado del sendero, Como esperándolo.
Se acercó, lo alzó y se miró en él.
Se vio bien.
No se vio tan joven , pero los años habían sido bastante bondadosos con él.
Sin embargo, había algo desagradable en la imagen de sí mismo.
Cierta rigidez en los gestos lo conectaba con los aspectos más agrios de la propia historia:
La bronca,
el desprecio,
la agresión,
el abandono,
la soledad.
Sintió la tentación de llevárselo, pero rápidamente desechó esa idea.
Ya había bastantes cosas desagradables en el planeta para cargar con otra más.
Decidió irse y olvidar para siempre ese camino y ese espejo insolente.
Caminó por horas tratando de vencer la tentación de volver atrás hacia el espejo. Ese misterioso objeto lo atraía como los imanes atraen a los metales.
Resistió y aceleró el paso.
Tarareaba canciones infantiles para no pensar en esa imagen horrible de sí mismo.
Corriendo, llegó a la casa donde había vivido desde siempre, se metió vestido en la cama y se tapó la cabeza con las sábanas.
Ya no veía el exterior, ni el sendero, ni el espejo, ni la imagen de él mismo reflejada en el espejo; pero no podía evitar la memoria de esa imagen:
la del resentimiento,
la del dolor,
la de la soledad,
la del desamor,
la del miedo,
la del menosprecio.
Había ciertas cosas indecibles e impensables....
....Pero él sabía donde había empezado todo esto.
Empezó esa tarde, hacía treinta y tres años...
El niño estaba tendido, llorando frente al lago el dolor del maltrato de los otros.
Esa tarde, el niño decidió borrar, para siempre, la letra del alfabeto.
Esa letra.
Esa.
La letra necesaria para nombrar al otro si está presente.
La letra imprescindible para hablarle a los demás, al dirigirles la palabra.
Sin manera de nombrarlos dejarían de ser deseados...
y entonces no había motivo para sentirlos necesarios....
se sentiría, por fin, libre......
EPILOGO:
Escribiendo sin "U"
puedo hablar hasta el cansancio de mí,
de lo mío, del yo,
de lo que tengo,
de lo que me pertenece...
Hasta puedo escribir de él,
de ellos
y de los otros.
Pero sin "U"
no puedo hablar de ustedes,
del tú,
de lo vuestro.
No puedo hablar de lo suyo,
de lo tuyo,
ni siquiera de lo nuestro.
Así me pasa....
A veces pierdo la "U"....
y dejo de poder hablarte,
pensarte, amarte, decirte.
Sin "U", yo me quedo pero tú desapareces...
Y sin poder nombrarte,
¿cómo podría disfrutarte?.
Como en el cuento... si tú no existes,
me condeno a ver lo peor de mí mismo
reflejándose eternamente,
en el mismo
mismísimo
estúpido
espejo.
Jorge Bucay
A continuación podemos consultar una lista de suposiciones tradicionales que pueden haberse aprendido en la infancia y que impiden a la persona convertirse en un adulto asertivo.
Es un derecho de cada uno protegernos de las injusticias y procurarnos lo que queremos y lo que necesitamos.
A continuación podemos consultar una lista de suposiciones tradicionales que pueden haberse aprendido en la infancia y que impiden a la persona convertirse en un adulto asertivo. Cada una de estas suposiciones falsas viola uno de sus derechos legítimos como individuo:
- Es vergonzoso cometer errores. Hay que tener una respuesta adecuada para cadaocasión (Suposición tradicional errónea);
Usted tiene derecho a cometer errores (Legítimo derecho).
- Es ser egoísta, anteponer las necesidades propias a las de los demás (falso);
Algunas veces, usted tiene derecho a ser el primero (Legítimo derecho).
- Si uno no puede convencer a los demás de que sus sentimientos son razonables, debe ser que está equivocado o bien que se está volviendo loco (Falso);
Usted tiene derecho a ser el juez último de sus sentimientos y aceptarlos como válidos (Legítimo derecho).
- Hay que respetar los puntos de vista de los demás, especialmente si desempeñan algún cargo de autoridad. Guardarse las diferencias de opinión para uno mismo escuchar y aprender (Falso);
Usted tiene derecho a tener sus propias opiniones y convencimientos(Legítimo derecho).
- Hay que intentar ser siempre lógico y consecuente (Falso);
Usted tiene derecho a cambiar de idea o de línea de acción (Legítimo derecho).
- Hay que ser flexible y adaptarse. Cada uno tiene sus motivos para hacer las cosas y no es de buena educación interrogar a la gente (Falso);
Usted tiene derecho a la crítica y a protestar por un trato injusto (Legítimo derecho).
- No hay que interrumpir nunca a la gente. Hacer preguntas denota estupidez (Falso);
Usted tiene derecho a interrumpir para pedir una aclaración (Legítimo derecho).
- Las cosas podrían ser aún peores de lo que son. No hay que tentar a la suerte (Falso);
Usted tiene perfecto derecho a intentar un cambio (Legítimo derecho).
- No hay que hacer perder a los demás su valioso tiempo con los problemas de
uno (Falso);
Usted tiene derecho a pedir ayuda o apoyo emocional (Legítimo derecho).
- A la gente no le gusta escuchar que uno se encuentra mal, así que es mejor
guardárselo para sí (Falso);
Usted tiene derecho a sentir y expresar el dolor (Legítimo derecho).
- Cuando alguien se molesta en dar un consejo, es mejor tomarlo seriamente en cuenta, porque suele tener razón (Falso);
Usted tiene derecho a ignorar los consejos de los demás (Legítimo derecho) .
- La satisfacción de saber que se ha hecho algo bien es la mejor recompensa. A la gente no le gustan los alardes, la gente que triunfa, en el fondo cae mal y es envidiada. Hay que ser humilde ante los halagos (Falso);
Usted tiene derecho a recibir el reconocimiento formal por un trabajo bien hecho (Legítimo derecho).
- Hay que intentar adaptarse siempre a los demás, de lo contrario no se encuentran cuando se necesitan (Falso);
Usted tiene derecho a decir "no" (Legítimo derecho).
- No hay que ser antisocial. Si dices que prefieres estar solo, los demás pensarán que no te gustan (Falso);
Usted tiene derecho a estar solo aun cuando los demás deseen su compañía (Legítimo derecho).
- Hay que tener siempre una buena razón para todo lo que se siente y se hace (Falso) ;
Usted tiene derecho a no justificarse ante los demás (Legítimo derecho).
- Cuando alguien tiene un problema, hay que ayudarle (Falso);
Usted tiene derecho a no responsabilizarse de los problemas de los demás (Legítimo derecho).
- Hay que ser sensible a las necesidades y deseos de los demás, aun cuando éstos sean incapaces de demostrarlos (Falso);
Usted tiene derecho a no anticiparse a las necesidades y deseos de los demás (Legítimo derecho).
- Es una buena política intentar ver siempre el lado bueno de la gente (Falso);
Usted tiene derecho a no estar pendiente de la buena voluntad de los demás (Legítimo derecho).
- No está bien quitarse a la gente de encima, si alguien hace una pregunta, hay que darle siempre una respuesta (Falso);
Usted tiene derecho a responder o a no hacerlo (Legítimo derecho).
Mensaje de Papá Noël a todos los niños del mundo.
El reno guía de Papá Noel, Rudolf, ha sufrido un accidente durante unas prácticas de vuelo y se ha lesionado una pata. Para asegurarse de que el viaje más esperado por todos los niños del mundo se realice sin problemas y llegue a tiempo a todas las casas, es necesario que el trineo pese menos de lo habitual. Sólo hay una solución: que los niños pidan menos regalos.
Laponia Finlandia a 15 de Diciembre de 2011.
Queridos niños del mundo:
Tengo algo importante que deciros. Y doy las gracias a las televisiones, internet y a todos aquellos que me ayudado a conseguirlo. Resulta que mi amigo Rudolph, uno de mis renos, ha tenido un pequeño accidente, el pobre se ha hecho daño en una pata. Por eso esta navidad necesito vuestra ayuda. Necesito que me pidáis menos regalos y así el trineo pesará menos y podremos llevarlos todos para que ningún niño se quede sin regalo. Seguid siendo buenos porque no pienso olvidarme de ninguno.
Feliz Navidad a todos!!!!
Papá Noël.
Campaña de Navidad de Shackleton
El maestro sufi contaba cuentos a sus alumnos todos los días, pero estos eran muy complicados y no podían entender las enrevesadas parábolas. Un alumno indignado le cuestiona por qué
El Maestro sufi contaba siempre una parábola al finalizar cada clase, pero los alumnos no siempre entendían el sentido de la misma...
- Maestro – lo encaró uno de ellos una tarde. Tú nos cuentas los cuentos pero no nos explicas su significado.
- Pido perdón por eso. – Se disculpó el maestro – Permíteme que en señal de reparación te convide con un rico durazno.
- Gracias maestro.- respondió halagado el discípulo
- Quisiera, para agasajarte, pelarte tu durazno yo mismo. ¿Me permites?
- Sí. Muchas gracias – dijo el discípulo.
- ¿Te gustaría que, ya que tengo en mi mano un cuchillo, te lo corte en trozos para que te sea más cómodo?...
- Me encantaría... Pero no quisiera abusar de tu hospitalidad, maestro...
- No es un abuso si yo te lo ofrezco. Solo deseo complacerte. Permíteme que te lo mastique antes de dártelo.
- No maestro. ¡No me gustaría que hicieras eso! Se quejó, sorprendido el discípulo.
El maestro hizo una pausa y dijo: - Si yo les explicara el sentido de cada cuento... sería como darles a comer una fruta masticada
En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente. Nunca pierdas la esperanza.
Me encantan los pájaros, pero aún los admiro más por las mañanas, después de una noche de tormenta cuando veo destruidos los nidos en las veredas de las plazas, cerca de los árboles donde estaban construidos.
Pero también por la mañana de ese mismo día les he oído cantar mientras acarrean material para construir otro nido, tal vez mejor, tal vez más fuerte.
Seguramente los pájaros habrán callado un momento por su nido roto, pero sólo un momento, ellos saben que no sirve llorar frente a las ruinas más de lo aceptable, hay que empezar de nuevo.
Pronto el nuevo nido estará armado y si otra tormenta llegara a derribarlo, una y mil veces volverán a construirlo.
Admiro a los pájaros porque nunca pierden la esperanza.
¿Qué otra cosa es la esperanza sino el negarnos a los embates de la adversidad?
¿Qué otra cosa es la esperanza sino el modo interior de creer en el mañana?
Por eso piensa siempre que no hay nada más importante que el día de mañana. Empezando eres invencible aunque una y otra vez no salgan las cosas como esperabas. Un barco que naufraga, sigue siendo un barco, sólo falta que sea reflotado para que vuelva a navegar.
Cuando una ilusión se frustra sigues teniendo el alma para albergar nuevas ilusiones y por más que te golpee la vida, no te entregues nunca, pon tu esperanza al frente y arremete, no te preocupes si en la batalla sufres alguna herida, es de esperar que algo así suceda. Junta tu esperanza, armala de nuevo y vuelve a arremeter.
Si tus anhelos son legítimos, si no dañan a nadie los sueños que te impulsan, insiste mil veces y otras mil si fuera necesario, y verás como muy pronto la victoria será tuya.
El necio se irrita con la corrección del amigo y se hincha con la alabanza del adulador.
No importa la apariencia y el esplendor, la sencillez y la humildad brillan con luz propia cuando son auténticas.
Los hombres valiosos llegan a la fama por sus obras. Los necios se hacen famosos por la propaganda.
Nuestra sociedad de consumo también "fabrica" ídolos famosos, porque necesita venderlos.
Si el sabio te censura, piénsalo. Si el estúpido te alaba, ¡laméntalo!
El que se sabe merecedor de la aprobación y del aplauso, no hace nada para conseguirlos.
El árbol que sobresale muy pronto con sus ramas, suele ser el que primero cae por falta de raíces.
El hombre seguro de sí mismo, goza cuando es apreciado y se duele ante el menosprecio, pero no malgasta su tiempo para cambiar la opinión ajena.
La propaganda es muchas veces como el agua: deja en el fondo el oro y saca a flote el leño seco.
Si eres sensato, valoras más el juicio de los pocos que te conocen de verdad, que las alabanzas o los juicios negativos de los que te desconocen.
El necio se irrita con la corrección del amigo y se hincha con la alabanza del adulador.
El orgullo hincha la pobreza del necio y la humildad agranda la riqueza del sabio.
El orgullo es la fachada de la estupidez y la humildad es el cimiento de la sabiduría.
En este artículo descubrirás qué es la asertividad y aprenderás a diferenciar entre los tres estilos de comunicación: agresivo, pasivo y asertivo.
La asertividad es una estrategia de comunicación que nos permite defender nuestros derechos y expresar nuestra opinión, gustos e intereses, de manera libre y clara, sin agredir a otros y sin permitir que nos agredan. Una conducta asertiva nos permite hablar de nosotros mismos, aceptar cumplidos, pedir ayuda, discrepar abiertamente, pedir aclaraciones y aprender a decir "no".
Andrew Salter (1949) definió la asertividad como un rasgo de personalidad y pensó que algunas personas la poseían y otras no, exactamente igual que ocurre con la tacañería y la extroversión.
Sin embargo, unos años después, Wolpe (1958) y Lazarus (1966) la definieron como "la expresión de los derechos y sentimientos personales", y hallaron que casi todo el mundo podía ser asertivo en algunas situaciones y absolutamente ineficaz en otras.
Por lo tanto la conducta asertiva se puede entrenar y de esta manera aumentar el número de situaciones en las que vamos a tener una respuesta asertiva y disminuir al máximo las respuestas que nos provoquen decaimiento u hostilidad.
Es derecho y obligación de cada uno protegerse de las situaciones que nos parezcan injustas o desmedidas; ya que cada uno conoce mejor que nadie lo que necesita o le molesta.
El entrenamiento asertivo es eficaz en la ansiedad, depresión y resentimiento derivado de las relaciones interpersonales, especialmente si los síntomas han sido provocados por situaciones injustas. A medida que somos más asertivos nos encontraremos más cómodos en las relaciones con los otros y seremos capaces de dedicar tiempo para nosotros.
Hay tres estilos básicos en la conducta interpersonal:
- Estilo pasivo: Son personas que no defienden sus intereses, no expresan sus sentimientos verdaderos, creen que los demás tienen más derechos que ellos mismo, no expresan desacuerdos.
Este estilo tiene como ventaja que no suele recibir rechazo directo por parte de los demás. Pero tiene la desventaja de que los demás se van a aprovechar. Las personas que se comportan de manera pasiva presentan sentimientos de indefensión, resentimiento e irritación.
- Estilo agresivo: No tienen en cuenta los sentimientos de los demás. Acusan, pelean, amenazan, agreden, insultan. Presentan la ventaja de que nadie les pisa y la desventaja de que nadie les quiere a su lado.
- Estilo asertivo: Consiguen sus objetivos sin dañar a los demás. Se respetan a ellos mismos pero también a los que les rodean. Actúan y dicen lo que piensan, en el momento y lugar adecuados, con franqueza y sinceridad. Tienen autenticidad en los actos que realizan, están seguros de sus creencias y tienen la capacidad de decidir.
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